viernes, 1 de abril de 2011

De la A a la Z

Madrid 1 de abril de 2011.- Son muchas las anécdotas de Juan Pablo II que reflejan  y hacen palpable que era una persona santa, de principio a fin, de la A a la Z. Su motor de vida fue la oración y su devoción a la Virgen. Así él mismo decía: “tratan de entenderme por fuera; pero sólo se me puede entender por dentro”. 
La reciente publicación del libro Por qué es santo, escrito por el postulador de la causa de canonización, ofrece múltiples facetas de su carácter. Aquí hemos recogido algunas de las anécdotas publicadas en este y otros libros, que iremos publicando cada día.

El anuncio de la próxima beatificación del creador de las Jornadas Mundiales, el 1 de mayo, ha sido causa de alegría en muchas personas. Ojalá mirar hacia Juan Pablo II ayude a todos los jóvenes del mundo a preparar el camino hacia la Jornada Mundial de Madrid.

A_amigoAmigo de sus amigos
El afecto que sentía por sus amigos y compañeros de juventud permanecía vivo en él a pesar de los años transcurridos. Se reunía con ellos a comer, organizaba excursiones, les escribía y en más de una ocasión, cuando ya era Papa, restableció relaciones con personas que hacía mucho tiempo que había perdido de vista.

Eso fue lo que sucedió, por ejemplo, con el ingeniero judío Jerzy Kluger, un amigo de la infancia de la época de Wadowice, con el que Wojtyla había dejado de estar en contacto a raíz de los trágicos sucesos de la Segunda Guerra Mundial y de la deportación de los judíos a los campos de concentración nazis. Tras ser elegido Pontífice, los dos amigos se volvieron a ver con asiduidad, tanto en el Vaticano como en Castel Gandolfo, hasta la muerte de Juan Pablo II.

Fuente: Por qué es santo. Slawomir Oder. Pág. 20-27. Para seguir leyendo: http://www.madrid11.com/es/component/content/article/19-santos-y-patronos/690-jpii-a-z               

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