lunes, 23 de mayo de 2011

#verdaderarevolucion

Vivimos momentos revueltos o, mejor dicho, de revolución. Stephan Hessel en su libro ¡Indignaos! anima a todos los jóvenes a mirar el mundo y encontrar el motivo de su indignación, que será el motivo de su implicación, de su compromiso. La #Spanishrevolution sigue en las calles después de las elecciones, pero, al mismo tiempo, no hay que olvidar que la #Verdaderarevolucion comenzó hace más de 2.000 años. 

En mi opinión se debe seguir saliendo a las calles, tomando las plazas y exigiendo un sistema más justo, una mayor implicación ciudadana. Al mismo tiempo, se debe estar alerta para que el discurso no se vuelva laicista; se debe seguir trabajando personalmente por hacer de este mundo un lugar mejor. Por eso me ha parecido interesante colgar estos vídeos. El primero responde a la siguiente pregunta: ¿Debe la Iglesia modernizar su mensaje?



El segundo vídeo contesta a la pregunta sobre la existencia de Dios que normalmente resulta muy difícil de contestar. Me gusta este vídeo porque no da respuestas fáciles.



El último es el más controvertido, más políticamente incorrecto, más incómodo... porque la verdad siempre es incómoda. Sin embargo, frente al creciente auge de religiones tan diferentes, al relativismo imperante, ¿se puede seguir diciendo que el catolicismo es la religión verdadera?

2 comentarios:

  1. Os felicito por este análisis del 'Movimiento 15-M'. Cuando se inició la #Spanishrevolution, publiqué en Facebook una reflexión en el mismo sentido: la auténtica revolución capaz de hacer tambalearse al poder es la del Amor, la que inició Cristo.

    He observado con cierta incertidumbre los acontecimientos que se han producido estos días en la Puerta del Sol, en mi ciudad (Alicante) y en otras poblaciones españolas. La masiva afluencia de personas de todo tipo a estas 'acampadas' hacía presagiar que no se trataba de una maniobra política de la izquierda, tal como apuntaban las siempre habituales teorías de la conspiración. Los objetivos estaban claros y parecían capaces de unir a una gran parte de la sociedad española, por no decir toda.

    No obstante, el triunfalismo ha conducido a algunos a excederse en los fines del movimiento, cuando ni siquiera se habían logrado los originales. La bienintencionada idea de las asambleas ha quedado deslucida por la aprobación de unas propuestas alejadas de los nexos de unión iniciales. Este abuso ha provocado el descontento de muchas personas que se habían ilusionado con la revolución y la consecuente despoblación de las plazas.

    Por lo menos en el caso de Alicante (también en Madrid, por lo que leo y me cuentan), todavía quedan unas cuantas personas con ganas de trabajar por el movimiento y, de hecho, ya están haciéndolo. Sin embargo, y así se lo he hecho saber a una amiga que está ahí, creo que es el momento de abandonar la calle. O al menos no seguir así. Más que nada porque se están viendo perjudicados por aquellos que se han quedado en el 'Toma la calle' y no quieren asumir que esto es un proceso largo y que requiere esfuerzo y sacrificio personal.

    Enhorabuena por el blog ;)

    Un cordial saludo,

    Manu Serrano

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  2. Manu, como te dije por twitter, muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho de que te haya gustado la entrada y te animo de nuevo a participar cuando quieras.

    Respecto a lo que dices, estoy bastante de acuerdo, precisamente ayer leí en otro blog unas ideas que me parecerieron muy acertadas: "La fuerza del #15m está en su capacidad de movilización 2.0 pero no en sus ideas o propuestas. (...)La presencia ya no se mide por los metros cuadrados que ocupes, sino por la capacidad de volver cuando quieras."

    Un saludo!

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