sábado, 18 de diciembre de 2010

Los tiempos cambian, el sentimiento es el mismo

Palabras del Papa Benedicto XVI para el Adviento:  "El hombre, en su vida, está en constante espera: cuando es niño quiere crecer, de adulto tiende a la realización y al éxito, avanzando en la edad, aspira al merecido descanso. Pero llega el tiempo en el que descubre que ha esperado demasiado poco si, más allá de la profesión o de la posición social, no le queda nada más que esperar. La esperanza marca el camino de la humanidad, pero para los cristianos está animada por una certeza: el Señor está presente en el transcurso de nuestra vida, nos acompaña y un día secará también nuestras lágrimas".

"Si el presente queda vacío, cada instante que pasa parece exageradamente largo, y la espera se transforma en un peso demasiado grave, porque el futuro es totalmente incierto. Cuando en cambio el tiempo está dotado de sentido y percibimos en cada instante algo específico y valioso, entonces la alegría de la espera hace el presente más precioso".

"Para alegrarnos, necesitamos no sólo cosas, sino amor y verdad: necesitamos a un Dios cercano, que calienta nuestro corazón, y responde a nuestros anhelos más profundos".

"(...) nunca habría imaginado nadie que el Mesías pudiera nacer de una joven humilde como María, esposa prometida del justo José. Ni siquiera ella lo habría pensado  nunca, sin embargo en su corazón la espera del Salvador era tan grande, su fe y su esperanza eran tan ardientes que Él encontró en ella una madre digna (...). Hay una misteriosa correspondencia entre la espera de Dios y la de María, la criatura "llena de gracia", totalmente transparente al designio de amor del Altísimo. Aprendamos de Ella, Mujer del Adviento, a vivir los gestos cotidianos con un espíritu nuevo, con el sentimiento de una espera profunda, que solo la venida de Dios puede llenar".

Y un vídeo buenísimo acerca de la Navidad:

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